viernes, 18 de noviembre de 2011

JARA (Cistus ladaniferus)

La fragancia de la jara es calmante, cálida y aquieta el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Útil después de un acontecimiento traumático  para mantener el corazón en paz, la jara aporta calor y alivio en los momentos de estrés emocional, conmoción y accidentes.

Aunque esta crisis sea catastrófica, puede producirse a cámara lenta durante cierto período de tiempo. La crisis te brinda la oportunidad de levantarte y afrontar el problema. También puede verse como una iniciación y apertura a novedades y nuevas percepciones. La jara suaviza los efectos del dolor emocional y alivia la presión sobre el corazón. Frótala suavemente sobre el centro del corazón para aportar serenidad al alma en medio de las crisis.

La jara restablecerá lo que haya sufrido daños, curando en profundidad la conciencia y fluyendo hasta cualquier parte que haya sufrido. Deja tiempo para hablar en profundidad tus asuntos con alguien o lleva un diario para explorar esas sombras dolorosas, abriendo camino para dirigirte a un nuevo amanecer.

Los desafíos de la vida templan el espíritu y las dificultades están para afrontarlas y vencerlas. Todo tienen dos caras y por cada inconveniente hay un beneficio. Todas las experiencias vitales nos sirven de una u otra forma y nos permiten un conocimiento más elevado que en ocasiones  no se manifiesta de inmediato.


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