Hoy me he levantado con la incómoda sensación de no
sentirme a gusto con mi yo interior. Mi propio cuerpo me es ajeno. Me miro las
manos, me miro las piernas y a parte de sentirlas cargadas, parecen no obedecer mis órdenes y si lo hacen es a
cámara lenta.
El mundo que me rodea me resulta hostil, agobiante. Me
cruzo con la gente y solo percibo amargura, negatividad, mal rollo. No encuentro mi sitio y parece que desentono en cualquier sitio. ¿Dónde está mi centro?
¿Y estas ganas de llorar sin saber muy bien por qué? Me
miro en el espejo y veo a alguien que no soy yo. Pienso “que poco valgo, realmente,
no le importo a nadie”.