A tu hijo le duelen las rodillas, los talones, incluso las caderas. Se te queja de vez en cuando y notas como se le cambia hasta el humor.
Está creciendo, dando el estirón y partes de su anatomía sufren una pequeña inflamación que le provoca ese dolor que le impide jugar a deportes tales como el fútbol, el baloncesto y el vóley.
Todos aquellos deportes que le obligan a saltar y estresar sus cuádriceps, a movilizar continuamente sus rodillas con movimientos de estiramiento y retroceso brusco. Al dar el impulso del salto, el cuádriceps se contrae tirando del tendón rotuliano y a su vez descargando toda la tensión sobre la tuberosidad de la tibia.
Científicamente llamado enfermedad de OSGOOD SHLATTER: inflamación de la apófosis tibila anterior con afectación del punto de inserción del tendón rotuliano (en el caso de rodilla) y que suele afectar más a varones, deportistas y niños con mucha actividad deportiva.
SINTOMAS:
- Dolor a la palpación y a la extensión de rodilla.
- Inflamación, rojez y calor.
- Edemas e hinchazón por debajo de la rótula, en la inserción del tendón rotuliano.
TRATAMIENTO:
- Reposo a ser posible
- Practicar deportes de descarga que no irriten más las rodillas como: natación o ciclismo
- Masajes de descarga en la zona que rodea el punto de dolor; en caso de las rodillas, los cuádriceps.
- Vendaje neuromuscular de apertura de espacio.
- Utilización de aceites esenciales antiinflamatorios, analgésicos y drenantes como: lavandín, espliego, ciprés, geranio (muy útil ya que actúa sobretodo sobre inflamaciones osteo-articulares)
- Digitopuntura en puntos del Meridiano Riñón, encargado del sistema óseo.
- Aplicación de frío a la zona, hielo.
Pasados un par de años, las molestias desaparecen por si solas. Si el niño desea seguir practicando un deporte, puede servirse de los vendajes neuromusculares para liberar las tensiones que sufre el tendón y reforzar la rodilla.
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